21 de agosto de 2007

The dreamers



Soñadores, Bernardo Bertolucci, 2003.

Lo que más me llamó la atención del aquel filme no fue la actitud de los protagonistas frente a la vida, ni la manera en que descubrían recíprocamente su sexualidad, tampoco la afición vehemente hacia el cine, sino la relación de interdependencia entre Isabelle y Theo, hasta el punto de fusionar sus anhelos, cosmovisiones y existencias.

Las razones por las que aquello me conmovió son más bien íntimas. Sin embargo... no dejan de ser evidentes.