12 de abril de 2008

Adaptaciones libres de la tragedia griega en el cine.


Tenemos dos versiones cinematográficas ambientadas en Grecia y en la Roma de los años 70. Una de ellas deja en manifiesto la desolación moral que vive la sociedad italiana un par de décadas tras el fin de la guerra, mientras que en el otro filme, Pasolini nos deja pequeños indicios que incitan a reflexionar respecto a las condiciones sociales que enmarcan el mundo contemporáneo, insertando en estas producciones matices propios de la lírica, la ensayística, la filosofía, la psicología y las artes escénicas.




EDIPO REY (Edipo Re)


El mito dramatizado por Sófocles es aunado a la teoría de Sigmund Freud, y ésta a su vez, es contextualizada al período contemporáneo. Se da inicio al drama con el nacimiento de Edipo en la ciudad, su desarrollo sexual en la primera infancia donde se advierte un apego exacerbado hacia su madre; sin aviso previo, la historia se traslada a la Grecia Clásica, lugar en el que transcurre la mayor parte de los hechos hasta el momento en que se genera la catarsis. Tras el clímax, se retorna a la ciudad de Roma donde aparece un Edipo errante, efigie de la miseria moral que representa la Italia de la postguerra.







MEDEA

Representa la fusión discursiva entre «Los Argonautas» de Apolonio de Rodas y la obra homónima de Eurípides. El análisis semiótico de la imagen visual da luces de un clima psicológico tenso, donde se debaten el instinto con la frivolidad, la culpa con la satisfacción de una venganza concretizada, la inocencia con la premeditación y el amor con el odio, siendo este contraste caracterizado por una figuración crepuscular que se hace latente a lo largo del filme.
Los diálogos son escasos pero desgarradores, las interpretaciones son viscerales y la escenografía parece digna de una obra teatral del barroco. Una vez más, Pasolini nos muestra su magnífica capacidad creadora.

A destacar: La notable actuación de Maria Callas.

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