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Hasta hace un tiempo, solía dejar constancia en este blog sobre cómo iba evolucionando mi existencia, qué acontecimientos o sensaciones experimentaba y cuáles serían mis proyectos a futuro (al menos como un esbozo), pero de un tiempo a esta parte podría afirmar que todo y nada ha cambiado y ya carezco de alicientes para escribir, porque no hay nada digno de ser narrado, o mejor dicho, porque he perdido la capacidad para convertir un suceso trivial en algo interesante.

Si bien es mi propio espacio y no tengo por qué forzarme a redactar "algo entretenido", me siento algo agobiada, ya que el vacío no sólo aniquila mis capacidades intelectuales, sino que además me ha debilitado físicamente. Náuseas, vómitos, tos, fiebre... es lo único novedoso que puedo contar, pues a eso estoy reducida.


A veces pienso que nací fuera de siglo. Mi lugar está junto a los románticos tuberculosos en alguna llanura española, inglesa o alemana.



P A T É T I C A



(Si el anónimo de la vez pasada regresara con injurias hacia mí, le daría toda, todísima la razón)