¿Qué es la obrera?
La obrera es una máquina de carne, cuyo sistema reproductor, ha sido transformado en productor. La obrera, o sea el caballo - hembra, desempeña -haciéndosela un honor- dos importantes papeles. Es artefacto sexo-sensual y es bestia de carga o máquina industrial. Ella debe, durante , el día trabajar, en el taller o prisión, servir como esclava y arrastrarse como un reptil, para ganar su alimento miserable, el de sus hijos y parte del de su marido o amo. En la noche asear su casa, lavar la ropa, hacer de comer, acariciar a sus niños, y servir de madre, de hija, de esposa y de animal tolerante y satisfaciente del hombre que ladra, que muerde, que come, que empuerca y halaga, miserablemente -sin que nunca venga un rayo de luz, una nota dulce, una sonrisa, una esperanza, a tocar sonoramente sus delicadas fibras del corazón de la mujer que sufre y que siente-.
La obrera debe sonreír fingidamente al patrón, debe oírle sus impertinencias y estupideces, debe humillarse, servilmente, a la torpe y orgullosa patrona, debe trabajar mucho, el doble que un hombre, para ganar la tercera parte de lo que por el mismo tiempo o trabajo, gana éste, debe ser muy obediente y muy generosa, y, por fin, debe serle al esposo, más fiel que las burguesas beatas a sus confesores. ¿Quieres saber mejor, qué es la obrera? Pues bien, más tarde os lo diré con más franqueza y amplitud.
Rosa Rubí
Extracto de "Mujeres y prensa anarquista en Chile (1897 - 1931)", Ediciones Espíritu Libertario.
Texto original publicado en "La Tromba", Santiago de Chile, 06 de marzo de 1898, Nº1, págs 6 y 7
La obrera es una máquina de carne, cuyo sistema reproductor, ha sido transformado en productor. La obrera, o sea el caballo - hembra, desempeña -haciéndosela un honor- dos importantes papeles. Es artefacto sexo-sensual y es bestia de carga o máquina industrial. Ella debe, durante , el día trabajar, en el taller o prisión, servir como esclava y arrastrarse como un reptil, para ganar su alimento miserable, el de sus hijos y parte del de su marido o amo. En la noche asear su casa, lavar la ropa, hacer de comer, acariciar a sus niños, y servir de madre, de hija, de esposa y de animal tolerante y satisfaciente del hombre que ladra, que muerde, que come, que empuerca y halaga, miserablemente -sin que nunca venga un rayo de luz, una nota dulce, una sonrisa, una esperanza, a tocar sonoramente sus delicadas fibras del corazón de la mujer que sufre y que siente-.
La obrera debe sonreír fingidamente al patrón, debe oírle sus impertinencias y estupideces, debe humillarse, servilmente, a la torpe y orgullosa patrona, debe trabajar mucho, el doble que un hombre, para ganar la tercera parte de lo que por el mismo tiempo o trabajo, gana éste, debe ser muy obediente y muy generosa, y, por fin, debe serle al esposo, más fiel que las burguesas beatas a sus confesores. ¿Quieres saber mejor, qué es la obrera? Pues bien, más tarde os lo diré con más franqueza y amplitud.
Rosa Rubí
Extracto de "Mujeres y prensa anarquista en Chile (1897 - 1931)", Ediciones Espíritu Libertario.
Texto original publicado en "La Tromba", Santiago de Chile, 06 de marzo de 1898, Nº1, págs 6 y 7
