25 de septiembre de 2009

Un último bostezo antes de irme a dormir...

Hoy fumé hierba... me bajó la angustia, no quería quedarme sola. Necesitaba un abrazo y todos se fueron :(

Es mejor ser huraña, así te duelen menos las pisoteadas de la indiferencia.

Me gusta la gente antipática, es más confiable cuando le agarras el lado. Las personas no son hostiles porque sí, muchas de ellas esconden penas, resquemores, miedos o angustias, que por lo general NADIE desea desentrañar, ya sea por pereza o por egoísmo. Me atrevería a decir que ambas cosas van de la mano.

En días como hoy me acuerdo de mi amiga Bhow y de sus lecturas. Ella me llamaba por teléfono para contarme que había terminado un libro o que acababa de ver una película, por supuesto, su narración era seguida del argumento y sus respectivos detalles, cosa que JAMÁS me provocó aburrimiento, por el contrario, si ahora soy algo así como ratón de biblioteca sin biblioteca, es por obra y gracia suya.

Bien, la cosa es que una tarde hablamos alrededor de tres horas sobre una novela -aparentemente- infantil que escribió Michael Ende: "Momo". Básicamente, se trata de una pequeña que tenía el don de oír a los demás, razón por la cual todos se acercaban a ella. Luego ocurrían algunas aventuras de tipo fantástico, pero eso no es lo medular. El punto es que todos necesitamos atención y, sin embargo, nadie la ofrece; y cuando lo hacen, se pide lo mismo a cambio, algo así como "pasando y pasando". La actitud de Momo hacia el resto era desinteresada.

Rayaría en el cinismo si me excluyese de esta afirmación. Uno de mis defectos más grandes es la autorreferencia (este blog es la prueba fehaciente), lo que a veces me acarrea problemas cuando se trata de ayudar a alguien, dado que siempre termino poniéndome como ejemplo al momento de aconsejar. Es algo con lo que lucho todo el tiempo, incluso en este mismo instante me siento horrible por haber deseado que me pusieran atención cuando estaba triste.

Es absurdo, ahora que estoy pasando una mala racha no podría aspirar a que todo el mundo estuviese pendiente de mí... ¡Na que ver, po!




A todo eeeeeeeeeeesto...

El siguiente poema lo analizamos hace unas semanas en "claves de la lírica hispánica". Puta, es de lo más bacán tener ramos de literatura. Cuando mi ánimo no me manda a la mierda, yo soy la weona más dichosa los días antes del certamen.



A mi buitre

Este buitre voraz de ceño torvo
que me devora las entrañas fiero
y es mi único y constante compañero
labra mis penas con su pico corvo.

El día en que le toque el postrer sorbo
apurar de mi negra sangre, quiero
que me dejéis con él solo y señero
un momento, sin nadie como estorbo.

Pues quiero, triunfo haciendo mi agonía,
mientras él mi último despojo traga,
sorprender en sus ojos la sombría

mirada al ver la suerte que le amaga
sin esta presa en que satisfacía
el hambre atroz que nunca se le apaga.


Miguel de Unamuno