11 de enero de 2010

Bien...

Estoy con alguien y me siento feliz, sin embargo, esto es algo que no comprende ni la familia ni los compañeros de la universidad ni algunos amigos. Para qué hablar de los ex novios (con algunos mantengo el contacto, pero nada que vaya más allá de la amistad). Sé que puedo enfrentar el rechazo de toda esa gente, pero no sé si podría lidiar con el de mi mamá. Se moriría de pena y probablemente me internaría en un sanatorio para tratar esa "patología" causada, según ella, por las malas experiencias amorosas, por rebeldía, por la ausencia de la imagen paterna, POR QUERER CAUSARLE DAÑO.

El problema es que yo no sirvo para mentir. Puedo tratar de fingir u omitir, mas al poco tiempo, de alguna manera, hago manifestar aquello que intento cubrir. Dicen que es más fácil pillar a un mentiroso que a un ladrón y puede que sea así, sobre todo en mi caso, que se me nota en la cara cuando digo algo que no siento o que no es verdad.

La verdad es que no quiero tiznar esta felicidad con el temor absurdo de ser descubierta, porque es algo que va a suceder en algún momento SÍ O SÍ; lo que no quiero es que se esparzan rumores acerca de mí y mis cercanos se lleguen a enterar de esa manera, pues es algo que tengo que decir yo. Lástima que exista gente tan basura que se dedique a hociconear para intentar satisfacer ese vacío pululante en sus entrañas. Como una prima que le contó a su mamá cosas que le había confiado para no quedar como la oveja negra de la familia, ya que existía "alguien peor".

ESO ES LO QUE NO QUIERO.

Es probable que este blog lo lea muy poca gente, así que no corro demasiados riegos.

ESPERO.

Por otro lado... estoy con la personita más genial que he conocido. Hace tiempo que no decía eso, quizá porque nunca lo sentí y si es que lo hubiese sentido, han pasado tantos años que ya había olvidado lo que es querer y ser correspondida. Yo soy bien cobarde para mis cosas, pero esta vez quiero luchar por asir ese estado de plenitud que me ha sido tan esquivo...

Hay seres a los que la vida les entrega todo en bandeja, por lo que carecen de humildad y consideración hacia el resto.

¡Vaya cosa!


Esta entrada debería llamarse "el descargo"

2 comentarios:

  1. Me alegro pollito...yo estoy en un estado parecido...encontré a una escultora para los torbellinos que guardo dentro.

    Veámosnos

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  2. Que feliz se te lee.
    Lo de la aprobación de la madre es un tema bien terrible, pero, hoy puedo decir que no me arrepiento de haber brazeado en contra de la marea. Aunque, a mí al menos, me cansó...
    Suerte. Seguro sabrás hacer lo que creas es mejor para ti.

    Montse.

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Escupa.-