Vergonzosa reforma la que ha realizado la Real Academia Española, así como el resto de Academias de la Lengua que emplean el castellano. No tiene otro calificativo. Porque al final, los cambios que se han introducido dan la sensación de tener, como gran objetivo, simplificar el mundo de la ortografía, eliminando tildes de palabras críticas a la hora de escribir.
Éstos son los cambios más significativos.
- La 'Y griega' de toda la vida será la 'ye', articulándola como el resto de consonantes.
- Desparecen la tilde en palabras como el 'sólo' (que equivalía a 'solamente') de los pronombres 'éste', ésta' y 'éstos' (en contraposición de los determinantes 'este', 'esta' y 'estos'), o en palabras como 'guión' o 'truhán'. La razón aún está por explicar, ya que se trata de palabras con acentuación aguda y que cumplen las normas para llevar tilde: acabar en n, s, o vocal.
- Además, desaparece la acentuación diacrítica en la 'o' entre cifras: ya no se escribirá "5 ó 6", sino "5 o 6".