28 de agosto de 2007



Semper Eadem (Siempre la Misma)


«¿A que viene, decías, esa extraña tristeza,
como el mar anegando negras rocas desnudas?»
Una vez la vendimia hizo ya el corazón,
el vivir es un mal. Para nadie es secreto

un dolor muy sencillo, que no tiene misterio,
para todos visible, como lo es tu alegría.
¿Por qué, pues, preguntar, oh mi bella curiosa?
Y aunque sea tu voz una música, calla.

Punto en boca, ignorante, alma siempre arrobada.
Es de niña tu risa. Más aun que la vida
nos sujeta la muerte con sutil atadura.

Deja que el corazón de mentira se embriague
y que me hunda en tus ojos como en un bello sueño
y me duerma a la sombra que darán tus pestañas.


-Charles Baudelaire-




...Nada de lo que subo es casualidad.