15 de enero de 2008

Pues bien, he regresado de un viaje reparador. Suena paradójico añadir el epíteto de 'terapéutico' a una visita a la capital, ya que la toxicidad suspendida en el aire, más bien produce un efecto de tipo centrífugo en el común de las personas. Pero yo no lo vi desde ese punto. Ir a respirar desechos no era mi principal propósito, sino olvidar. Olvidar las quimeras que durante cuatro años me mantuvieron obnubilada y triste, con un eterno escozor en el corazón...

Y a decir verdad, no sé si lo logré. Debo pasar por 'la prueba de fuego'... Sólo después de ello, podré decir: 'Pude contigo, imbécil' o 'Estoy condenada a un amor irreal'.





It's all over now, baby blue - Bob Dylan