La verdad engendra el odio, ¡qué cierto es!
Pero el acto de odiar implica la exaltación de las pasiones en virtud de una entidad única, sometiendo así (o aniquilando) la voluntad de poder. No hay nada más denigrante que el odio. El odio hace parásito del otro, absorbe la energía vital de cada individuo y lo transforma en objeto repudiable y vomitivo.
ASCOASCOASCO EL ODIO ES VÓMITO
Vahídos de esquizofrénico, eso es el odio
Mortificación estulta, eso es el odio
Ataxias espasmódicas en el cuerpo, eso es el odio
Gruñidos sofocantes, eso es el odio
Hemorragia en las entrañas, eso es el odio
Pus en la oreja, eso es el odio
Leche rancia al desayuno, eso es el odio
Tierra en la ropa, eso es el odio
Desasosiego constante, eso el odio
Ansia de muerte, eso es el odio
Tomate caído de un árbol*, eso es el odio