24 de diciembre de 2014

taiyou to umi no kyoshitsu (2008)

Este es el típico dorama japonés de temática escolar, es decir, una telenovela asiática contextualizada en el diario vivir de un grupo de estudiantes y la relación que estos establecen dentro de una institución. La verdad es que contiene los elementos típicos, como dije al principio, del drama nipón; no obstante, quise comentarlo porque, de cierta forma, me identifica como profesora y me hace valorar lo único hermoso que va quedando de la pedagogía: el vínculo con los alumnos.

Esta serie trata sobre un grupo de chicos ad portas de egresar, con todo lo que ello conlleva: ya sea su preparación exhaustiva para la admisión en la universidad (ya sabemos cómo son de exigentes -y autoexigentes- los japoneses), sus preocupaciones por el futuro, la obligada despedida de sus pares, el paso a la vida adulta, la toma de responsabilidades, etc. Esto cambia cuando aparece un tutor que pretende enseñarles el sentido de la vida, más allá de todo aquello que enmarca la concepción de "éxito" en la sociedad actual; es entonces cuando se produce un remezón en las conciencias de los adolescentes, cuestionándose los paradigmas instaurados y reproducidos a través de la enseñanza institucionalizada.

El profe

Es cierto, el trabajo para el docente no es fácil, ya que en primera instancia es rechazado por los estudiantes, quienes le consideran un charlatán que obstaculiza su formación académica; por otro lado, recibe el repudio de sus colegas y directivos, hasta el punto de ser degradado y relevado de su cargo. Con el tiempo, Sakurai (el profe), va demostrando su real vocación y se va ganando el aprecio de sus cercanos. Como todo dorama asiático, no está exento de tragedia (spoiler), de hecho, hay una muerte que marca la vida de los personajes.

                                                                                       Adivine quién muere

Las razones por las que me gustó este dorama son más bien egoístas, pero no detallaré para no caer -aún más- en la autorreferencia. Además, el elenco es excelente, ¡aparece Keiko Kitagawa, Kii Kitano y Atsuko Maeda!

En la serie no hay mayor profundidad psicológica, pero ayuda bastante a aquel profesor que quiera verlo y que presente dilemas vocaciones en cuanto al ejercicio de su labor (a estas alturas del año se hacen más latentes). En fin.

Iba a escribir más, pero tengo que ir al trabajo, ya que hoy será la dichosa comida de navidad.


Lo dejo en la categoría de "cine", porque no hay otra. Adiosín.