Lo único que reconforta es dormir todo el día, pero me despiertan para saturarme con medicamentos, cuyo único efecto es bloquear mis ensoñaciones de muerte. Quiero dormir. Quiero anularme y no ser yo.
Por la cresta. Debo seguir fingiendo.
Me siento sola, pese a que quiero estarlo.
De verdad, tengo una gran ensalada en mi cabeza.