24 de diciembre de 2015

Too high to die

Lo único que reconforta es dormir todo el día, pero me despiertan para saturarme con medicamentos, cuyo único efecto es bloquear mis ensoñaciones de muerte. Quiero dormir. Quiero anularme y no ser yo.

Por la cresta. Debo seguir fingiendo.

Me siento sola, pese a que quiero estarlo.

De verdad, tengo una gran ensalada en mi cabeza.